miércoles, 28 de febrero de 2018

Un barquito de cáscara de nuez

Canción preciosa para enseñársela a los peques. Si cantamos con ellos en casa (y en el cole) todo son ventajas. Es una forma lúdica y afectiva de estimular el lenguaje, tanto expresivo como comprensivo. Se trabaja el ritmo, la atención y la memoria auditiva, la orientación temporal, la memoria secuencial, el vocabulario, la estructuración morfo-sintáctica, las rimas y muchas cosas más. 

L@s niñ@s aprenden otra maravillosa forma de expresarse, cantando, y si es con papá y mamá, los beneficios son mayores porque se potencian la motivación y el interés. Eso sin dejar de lado el potente mensaje de esta canción, de seguir riendo y remando en las tormentas. 

Ahora la neurociencia está descubriendo que los juegos tradicionales del lenguaje, con los que se ha aprendido siempre a hablar, son los mejores recursos con los que podemos contar para favorecer el desarrollo del lenguaje de los más pequeñ@s. No es necesario que hagamos algo sofisticado, con las canciones tradicionales les estamos enseñando muchísimas cosas. 

Espero que os guste : )


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