Con estas líneas me despido,
compañeros, compañeras, padres, madres, niños y niñas del CRA El Carracillo.
Hace seis años que llegué y este ha sido mi último curso con vosotros. Hay una
canción que dice “corazón compartido, corazón dividido”. No estoy de acuerdo. En mi caso, yo diría “corazón compartido, corazón multiplicado”. He tenido la suerte de
navegar entre dos coles maravillosos. He conocido dos claustros de maestros
competentes, implicados, entusiastas, entregados.
Muchas gracias, compañeros y
compañeras del CRA por todo lo que hemos vivido juntos. Ha sido muy
enriquecedor trabajar a vuestro lado. Hay una frase que me llega y que dice que
quien se atreve a enseñar no puede nunca dejar de aprender. Y quién mejor para
enseñarnos a los maestros que nuestros alumnos y alumnas, mis niños y niñas de
El Carracillo. Pequeños de edad, sí, pero grandes maestros, en realidad.
Deciros que nunca os olvidaré, os llevaré siempre, siempre en mi recuerdo y en
mi corazón.
Seguid así, chicos, chicas,
profes, seguid con vuestro entusiasmo y alegría, navegando con ilusión en el
mar de pinares. Ya me despido con esta poesía, espero que os guste.
No es un adiós… es un hasta
siempre.
POESÍA
“Adiós,
ay, Carracillo,
llegó
junio soleado,
el
próximo curso
ya
no estaré a tu lado.
Han
sido seis, seis años, seis,
recorriendo
carreteras,
prados,
bosques y eras
para
llegar a las aulas
pequeñas
y llenas de vida.
Os
llevo en el recuerdo,
en
mi cabeza y mi corazón,
a
todos los niños y profes,
compañeros
de camino y profesión.”
Con todo mi
cariño, Noemí, maestra itinerante de Audición y Lenguaje ♡
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